jueves, 21 de enero de 2010

Ernestina por Ernesta o Doña Ernesta


Días atrás recibí con agrado una breve esquela del Subcomandante extremista de la Caballeriza Marina del Cementerio de Nuestra Señora de Al Lado, Juaquín Fidalgo Hipoglós, hombre de bocha secada si los hay.

En la misma, sugería lo siguiente:

“Hola estimado: le escribo para proponerle una cosa... creo que Ernestina, que ya superó ampliamente a su mentora, guía y estrella del sur, ha ganado el derecho de ser llamada Ernesta... o Doña Ernesta para ser más justos. Sin más, ni menos, le saludo con afecto.

La Gallareta, 19 enero del Año del Señor de 1747, eaeapepé”.

De esta manera, sin pensarlo dos veces, se firmó el decreto correspondiente en el cual se refleja la siguiente disposición:

Decreto 1245/10:

Debido al clamor popular, manifestado con alboroto, pancartas con errores de ortografía, pirotecnia, gases lacrimógenos y efluvios fétidos, pidiendo se reconozca la magnitud de la Editora Responsable de Este pasquín,

Y ante la misiva enviada por el extremista Juaquín Fidalgo Hipoglós proponiendo por escrito nos nombres que la plebe menciona a gritos,

Y temiendo las represalias de la persona en cuestión (Ernestina, o sea),

Decrétase lo siguiente:

1- A partir del día de la fecha habilítase a la comunidad toda a dirigirse a la Sra. Ernestina Vignatti Cullen como “Ernesta” o “Doña Ernesta”, según el parecer de quien pronuncie tan magnas palabras.

2- Asimismo, se ordena so pena de castigo de estacamiento, hacer una reverencia al tiempo que os dirigís a la mencionada Suprema.

3- Esta disposición no anula a “Ernestina”, sino que la magnífica.

4- Remplácese el lema “Año del Bicentenario” por el de “Ernestina, Ernesta, Doña Ernesta, que fantástica, fantástica esta fiesta” en todos los documentos públicos y dinteles de las puertas.

5- Modifícase los billetes de $10 y $20 que dejarán de tener los rostros de Manuel Belgrano y Juan Manuel de Rosas, respectivamente. Ahora tendrán el rostro de Doña Ernesta, perfil izquierdo uno y derecho el otro, para no confundir.

6- Finalmente, cámbiase el nombre del país, “República Argentina”, por el de “Establecimiento Doña Ernesta”.

Publíquese, comuníquese, archívese, fírmese, póngase, vístase, péinese y váyase.

Alicia Normando Loliarte

Ayudante de Campo

Secretario de Gobierno y Obras Públicas

Peluquero

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