
(Que no necesariamente incluyen personajes presidenciables, aunque tampoco voy a poner dibujitos animados).
Se viene un año complicado en este tema, y varios ya me abordaron para conocer mi opinión al respecto. Al igual que la mayoría de los temas, no me importa mucho, por eso sé tanto, porque como no me interesa lo puedo ver desde una óptica sincera, sin cera, descontaminada, y totalmente inapropiada.
¿Quiénes van a ser candidatos? Cómo saberlo, amigos míos.
Sí aclaro lo siguiente: si una fórmula tiene rima, tiene muchas posibilidades de ganar. No todas las formulas que han ganado rimaban, pero esa es una pequeña ventaja desde el vamos.
Por ejemplo, el caso por excelencia es Perón – Perón. Mejor que eso, imposible. O el caso de Kennedy, que no rimaba con el vice, pero él se llamaba John John, que es una cosa de locos.
También puede haber rimas que consigan el efecto contrario, como podría ser una Menem – Menem, que hoy no creo que gane.
Y, claro, si se puede evitar que el candidato a presidente se llame Juan Carlos, eso será un paso adelante decisivo (así como que evite totalmente el uso de zapatos blancos).
Unas posibles fórmulas ficticias y exitosas para 2011, serían:
Palo Pandolfo – Rifle Pandolfi
Moris – Esther Goris
Narda Lepes – Mario Yepes
Karina Rabolini – Mario Pergolini
Miguel Pichetto – Raúl Porcheto
Estela Carlotto – Pancho Dotto
Juan Alberto Badía – Luis D’Elía
Juan Sebastián Verón – Alejandra Padrón
Hugo Moyano – Aníbal Pachano
Slogans:
La boleta no se mancha
Votame o a mamarla
Si querés votar, votá
Bin Laden o Perón
La Rosada o Devoto
Elegí Rabolini (y no es una campaña de perfume)
Ponga el ano por Moyano
La boleta no es de papel higiénico, y tu voto no vale una mierda
Bueno. Ya cumplí con este tema, que seguro no tendrá mucho éxito.
Ahora quiero decir que ¿qué piensan los que hacen las series de TV y sitcoms?, ¿que la gente vive del aire?
Y les pregunto a Uds. ¿dónde vieron un programa de estos donde los protagonistas “trabajen”?
Es verdad que algunos “trabajan”, pero solo un rato. Luego se pasan el resto del día boludeando. Nunca les falta guita y, además, viven como reyes. Evidentemente para los guionistas el tema de la plata no es un problema.
Yo entiendo que sea ficción, y que lo importante es distraer a la gente, que se divierta un rato, que pase un buen momento… pero tampoco es la pelotudez. Porque cuando termino de ver un programa de estos, me da bronca y pienso: “de qué viven estos forros (en la ficción, claro)”. Ahí ya me subió un poco la temperatura, y no sé si los que producen estas series nos quieren demasiado, o piensan que somos idiotas y nos mandan un mensaje subliminal que dice “gil, este capítulo dura apenas una hora porque sino no llegás al trabajo, salame. Y ahora metele pata que perdés el colectivo de las 15.40, jajajajajaja”.
Lo otro puede ser que lo hagan tan pero tan ficticio para que nos demos cuenta que todo es mentira y no nos creamos que esas cosas pasan (que sí, pasan, pero a muy pocos, no a muchos, como ellos lo muestran).
Entonces, a ser responsables cuando miramos estas series, sobre todo si hay niños alrededor, y explicarles cuál es la verdad de la milanesa: casi nadie vive de esa forma sin laburar (solo algunos elegidos, casi todos cagadores, “así que no te hagas ilusiones, nene”), y si laburás, no tenés tiempo para perder con tantas gansadas.
Porque además, de la forma en que viven, ¿qué problemas pueden tener? Sin embargo, sus vidas son un problema andante. Eso es porque no trabajan nunca, porque si trabajarían, estarían más ocupados y menos preocupados.
Ojo, a no comerse cualquiera. Ahora me voy a ver Guarner Chanel.